DEPURACION DE LAS AGUAS METEORICAS
El problema del tratamiento de las aguas meteóricas a menudo es considerado sólo desde el punto de vista "hidráulico", y no desde el depurativo. En realidad las aguas meteóricas recogen como escorrentía superficial una cantidad de materiales sólidos y orgánicos, originando una concentración de sustancias contaminantes significativa y en unos casos superiores a los límites de desagüe previstos en la normativa vigente para las aguas residuales.
Las aplicaciones de la fitodepuración para el tratamiento de las aguas de lluvia, provenientes de las escorrentías sobre superficies impermeables (zonas urbanas, explanadas de zonas industriales, autovías, aeropuertos, etc.), ya son numerosas a nivel internacional y a menudo son indicadas como "Best Management Practices" para la reducción de la contaminación difusa (NSW, 1998; Shutes ed altri, 1997 e 1999; EPA, 1999). Los humedales utilizadas para el tratamiento de las aguas meteóricas en general se constituyen de sistemas seminaturales con flujo libre superficial, y raramente, con flujo subsuperficial horizontal, con elevados tiempos de retención debidos al a la alimentación discontinua relacionada a los eventos de lluvia.
Es importante considerar cómo el tratamiento de las primeras aguas de lluvia, además de proteger el medioambiente de una fuerte contaminación difusa, pueda traer grandes ventajas en términos de gestión sostenible de los recursos hídricos: el agua que sale del tratamiento, de hecho, a menudo es de calidad tal que permite su utilización para finalidades como por ejemplo aguas de lavado, aguas de enfriamiento, riego, reserva contra incendios, etc.
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